El problemático proyecto minero de Llurimagua en Ecuador

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Y lo que la prensa no le cuenta al mundo

Carlos Zorrilla

Río Junin (iz.), Ejemplo de Drenaje Ácido de mina en Asia (dr.) l

Ahora que el arbitraje internacional solicitado por la gigante minera chilena Codelco contra el Ecuador está generando interés, me parece que es el momento perfecto para informar un poco al público sobre lo que hay detrás del arbitraje, y llamar la atención a la prensa por la información tan chapucera sobre este proyecto minero.

La concesión minera de casi 5.000 hectáreas conocida como Llurimagua se encuentra en la cordillera de Toisán, en el noroeste de Ecuador, y abarca bosques primarios y secundarios y cientos de especies en peligro de extinción. Además, está dentro de la zona de amortiguamiento de una de las áreas protegidas más importantes del planeta, el Parque Nacional Cotacachi Cayapas.

Antes de que Codelco adquiriera la concesión, sin ningún tipo de subasta pública, como exige la ley, y sin que el Estado ecuatoriano consultara a las comunidades, como exige la Constitución ecuatoriana, la concesión minera estuvo en manos de, primero, una filial del gigante Mitsubishi Corporation en los años 90, y en los 2000 de una empresa canadiense. Ambas tuvieron que abandonar el proyecto debido a la decidida resistencia de las comunidades y organizaciones de la zona de Intag y del resto del país. 

Esa resistencia sigue en pie, y fue la que obligó al gobierno del presidente Rafael Correa, en mayo de 2014, a utilizar cientos de policías y militares de grupos élites para ingresar violentamente a la concesión minera. Fue la única forma. Se trata, en definitiva, de un proyecto minero que nació ilegítimo y que está plagado de problemas.

Arbitrajes

El tema del arbitraje internacional no es nuevo para esta concesión minera.  En el 2011 la Canadiense Copper Corporation demandó al Ecuador por incumplimiento del convenio bi-nacional de protección de inversiones. Es el único proyecto minero en Ecuador que ha sido llevado a tribunales internacionales. Ahora por segunda vez.

El proyecto minero se encuentra en standby desde noviembre 2018 cuando Codelco retiró sus perforadoras y abandonó la zona a la espera de que la segunda fase de la exploración sea aprobada. Y sigue esperando.  Las razones, aparte de la oposición de la sociedad civil, se debe a varios otros factores; entre ellos los informes de la Contraloría General del Estado y de la Defensoría del Pueblo en el 2019 que detectaron decenas de irregularidades e ilegalidades, a los cuales el gobierno aún no responde.  Pero no es todo…

El juicio de las ranas

Ectopoblossus confussus. Una ded os ranas endémicas reportadas en la concesión minera Llurimagua

Otro problema que le quita el sueño a los directivos de Codelco, y que los medios no mencionaron, es que Ecuador perdió, en octubre de 2020, un juicio constitucional basado en los probables impactos que la minería causaría al hábitat de decenas de especies en peligro de extinción y a los derechos de la Naturaleza: un derecho consagrado en la Constitución de la nación. Varias de las especies dentro de la concesión minera están en peligro crítico de extinción, entre ellas uno de los primates más amenazados del mundo, el mono araña de cabeza marrón. Dos especies de ranas, el arlequín hocicudo y la rana cohete confusa, sólo se han registrado en la concesión minera y en ningún otro lugar del mundo.  Hasta que fueron redescubiertas, se consideraban extintas. Los expertos creen que con el tiempo se encontrarán otras especies “extintas” en la zona.

Otros problemas a la vista

Otro inconveniente para la empresa y, sobre todo, para sus inversores, es que el gobierno del cantón de Cotacachi, donde se encuentra la concesión minera, ha aprobado varias ordenanzas medioambientales para proteger su envidiable biodiversidad y sus abundantes recursos hídricos.  El gobierno de Cotacachi fue el primer gobierno subnacional de América Latina en aprobar una ley de esta naturaleza. La Ordenanza que declaró a todo el cantón como Ecológico, vigente desde el año 2000, impone restricciones al uso del suelo, lo que impediría la minería.  En 2018, se aprobó otra legislación del gobierno cantonal, el Área de Conservación y Uso Sustentable Municipal Intag-Toisan (Acusmit).  La ley, que también está vigente, zonifica todo el territorio de Íntag, y excluye la minería. 

Santuario de la vida

La respuesta más reciente a la amenaza minera por parte del gobierno autónomo de Cotacachi es la propuesta de ley para declarar toda la zona de Íntag como Santuario de Vida. Cabe señalar que en Intag no sólo se encuentra el proyecto Llurimagua, sino también una veintena de otras concesiones mineras, entre ellas varias del gigante BHP Billiton (la que no ha podido iniciar la exploración). Una de las cosas que promueve el proyecto de ley es de solicitarle al gobierno nacional que anule todas las concesiones mineras metálicas de su jurisdicción.

Tomando todo esto en cuenta, es notable lo que Codelco ha ocultado a los inversores y a sus dueños mayoritarios, el pueblo chileno. En la mayoría de los casos, la empresa sería expulsada de las bolsas de valores en las que cotiza por ocultar información importante a sus inversores.

“La” evaluación del impacto ambiental

Para empezar a entender la oposición a lo que sería una de las minas más destructivas del mundo, es necesario comprender los impactos ambientales y sociales identificados por expertos japoneses en la década de 1990 para una pequeña mina de cobre a cielo abierto. A pesar de basarse en una mina de cobre del 2% del tamaño de lo que Codelco afirmó en el 2018 que podría contener el yacimiento de Llurimagua, los científicos japoneses pronosticaron que cuatro comunidades tendrían que ser reubicadas y que la delincuencia aumentaría. La mina y las instalaciones, prosigue el estudio, provocarían una deforestación masiva, lo que, según el estudio de impacto ambiental preliminar, secaría el clima local.   Adicionalmente, los ríos se contaminarían con plomo, arsénico y otros metales pesados y afectaría al hábitat de especies en peligro de extinción, y al Parque Nacional Cotacachi Cayapas(1)

Luego están los referendos populares

Una de las pocas cosas que algunos de los artículos de prensa acertaron es el temor que tienen las empresas al efecto de la creciente popularidad de los referendos para decidir el futuro de los proyectos mineros. Tanto los gobiernos locales como la sociedad civil están recurriendo a los referendos para pedir a las poblaciones locales que decidan si permitir la minería en sus jurisdicciones. Si los resultados de Cuenca, la tercera ciudad más grande de Ecuador, son una indicación de hacia dónde se dirige esta iniciativa, la minería está en graves problemas en el país. En el referéndum, celebrado en febrero de 2021, el 80% de la población de Cuenca votó en contra de la minería. Los preparativos para el próximo referéndum apuntan al Distrito Metropolitano de Quito, cuya jurisdicción abarca una gran área boscosa del noroccidente ecuatoriano, y también se encuentra cerca de la zona de Intag. Presagio otra derrota aplastante de los sueños mineros.

Ecuador en el contexto de los planes de Codelco

Volvemos al impulso de Codelco de internacionalizar sus operaciones. El cobre chileno es cada vez más caro de extraer. Hay varias razones para ello, pero principalmente se debe a que los porcentajes de cobre de los yacimientos están disminuyendo, y cada vez tienen que cavar más profundo para extraerlo. El contenido de arsénico de los yacimientos también está aumentando y, por otra parte, los salarios chilenos son mucho más altos que los de Ecuador. Lógicamente, todos estos factores convergen para encarecen el precio del cobre.  El agua también es un enorme problema para la mayoría de las minas de Codelco obtiene la mayor parte de su cobre, el desierto de Atacama, el más árido del mundo. A tal punto que la industria minera se encuentra invirtiendo miles de millones de dólares en plantas desalinizadoras para bombear agua del pacífico a 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar para suministrar las minas.

Nuevo mandatario

El otro problema que se le presenta a no solo Codelco sino a la mayoría de las empresas mineras en el país, son los resultados de las elecciones presidenciales del 11 de abril, donde triunfó Guillermo Lasso. Para empezar, ninguno de los dos candidatos, Guillermo Lasso o Andrés Arauz, expresaron entusiasmo por la minería. Antes de las elecciones, incluso, Guillermo Lasso expresó públicamente su oposición a la minería a cielo abierto y en fuentes de agua.  También afirmó que los resultados de las consultas previas con las comunidades sobre proyectos extractivos deben ser vinculantes. Pareciera algo sin mayor relevancia, pero el tema de las consultas comunitarias es una de las cosas que más les preocupa a las empresas.

Las consecuencias del arbitraje

Llurimagua fue el primer intento real de Codelco de internacionalizar sus operaciones. Gane o pierda el arbitraje, la táctica transformará ese sueño en un rotundo fracaso.  Y, ojalá, también sirva de lección para otras transnacionales que piensan que pueden explotar minas donde quieran con tan sólo contar con el visto bueno del gobierno nacional. Más aún en un país tan megadiverso en especies y culturas, y con una historia tan larga de resistencia al extractivismo.

1. http://codelcoecuador.com/2019/11/11/codelco-fuera-de-intag/

Para más información, véase: www.codelcoecuador.com 

                                                       www.decoin.org

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